Un patrón de dieta promovido por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos para prevenir y controlar la hipertensión. El plan se enfoca en una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales, lácteos bajos en grasa, pero también incluye carne, pescado, aves, nueces y legumbres. El consumo de alimentos y bebidas endulzados con azúcar, carne roja y grasas añadidas (especialmente grasa saturada y colesterol) debería ser limitado.